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Tribus y Territorios académicos

¿Cómo se configura el campo de la Comunicación Social?

Crónicas de una clase reflexiva

En  el grupo de Comunicación  Social surgieron muchos, muchísimos, enfoques, puntos de vistas, debates, opiniones, controversias y hasta se dejó ver el “sufrimiento” interno y colectivo de los que elegimos esta carrera cuando se nos planteó aquello de pensar en cómo se configura nuestro campo e ir respondiendo a las preguntas de Tony Becher.

                    

Descubrimos que no era para nada simple nuestro recorrido en un campo tan complejo.

 

Que si tuvimos muchas o malas teorías, que si la práctica fue muy poca y desvinculada con la realidad,  que si la sociedad demanda otras cosas, que si el campo laboral requiere otro estilo de profesionales, que si los limites están difusos, que el mismo objeto de estudio no está siquiera delimitado;  fueron algunos de los aspectos que se abordaron.

 

Otro punto sobre el cual conversamos fue sobre los modos de hacer carrera y llegamos a la cruda conclusión que en Comunicación Social, como en otras Ciencias Sociales, todo cuesta demasiado caro. Por lo general, nos iniciamos en la actividad siempre con el mismo ritual,  es decir con lo que he denominado “el síndrome de las pasantías no rentadas”. En donde casi se podría decir que ganaríamos una medalla de bronce (no vamos a exagerar) en remo  para ver si este esfuerzo se puede traducir en una alguna posibilidad, por más mínima que sea, de efectivamente encontrar un trabajo en el cual “anclar”, aunque más no sea por un tiempo breve; ya que sabemos que en el mundo de hoy vamos a cambiar de trabajo como diez veces o más, es decir que el camino es largo, y la lucha es cruel y es mucha,  como dice aquel tango…(UNO, que no es el diario, sino una canción de Mores).

 

Cuando llegamos a la consigna de pensar en los criterios para que un comunicador sea profesionalmente reconocido, sinceramente se nos complicó en encontrar, precisamente, a un comunicador socialmente reconocido. Um… a ver ¿quien puede ser? Surgieron algunos profesores, no así los que se desempeñan en los tan trillados medios de comunicación, donde parece circular lo peor de lo peor. Yo por las dudas si entro a trabajar a un medio, mejor ni lo digo, porque parece que es lo mismo que venderle el alma al maligno…

 

Por otro lado, también apareció el tema de la organización al interior de la carrera, sobre todo el por qué no tenemos ni matrícula, ni colegio, ni nada que se le parezca para nuclearnos y convertirnos en una “tribu” más fuerte. Quedó en evidencia que somos un tanto individualistas y desorganizados, vamos por la vida a merced de nuestros actos subjetivos, y ahí se aparecieron las compañeras de Trabajo Social, orgullosas por los logros conseguidos, despertando los aplausos y la buena envidia, si es que la hay, por tener tanto de lo que a nosotros nos falta. Es la gran deuda pendiente en nuestro campo, precisamente la comunicación puesta en acción.

 

Todos estos tópicos aparecieron en una puesta en común en clases, que nos hicieron reflexionar sobre nuestro rol como comunicadores, pero también, en cierto modo, reforzar nuestra convicción de querer desempeñarnos y crecer en este campo que por complejo invita al desafío y a la aventura.

 

1 comentario

Prof.Martín Elgueta -

Alejandra:
Para nosotros resulta sumamente interesante recorrer tu escrito por su intento de reconstruir parte del debate y las inquietudes que se dieron cita en esa instancias... Pero fundamentalmente, por ofrecer en finas pinceladas tus propias apreciaciones y reflexiones sobre el lugar de la Comunicación Social y de los Comunicadores en el campo de la práctica social en tanto "Tribu".

En ese marco, solicitamos tu autorización para citar desde nuestra cátedra tus escritos.